Caminante no hay camino..

Todo pasa y todo queda
Pero lo nuestro es pasar,
Pasar haciendo caminos,
Caminos sobre la mar.

Nunca perseguí la gloria,
Ni dejar en la memoria
De los hombres mi canción;
Yo amo los mundos sutiles,
Ingrávidos y gentiles
Como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse de sol y grana,
Volar bajo el cielo azul,
Temblar súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.

Caminante son tus huellas el camino y nada más;
Caminante, no hay camino se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
Y al volver la vista atrás
Se ve la senda que nunca
Se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino sino estelas en la mar...

Hace algún tiempo en ese lugar
Donde hoy los bosques se visten de espinos
Se oyó la voz de un poeta gritar
Caminante no hay camino, se hace camino al andar...

Golpe a golpe, verso a verso...
Murió el poeta lejos del hogar
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse, le vieron llorar.
"caminante, no hay camino, se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...
Cuando el jilguero no puede cantar
Cuando el poeta es un peregrino,
Cuando de nada nos sirve rezar.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar.

Golpe a golpe, verso a verso. (3 bises)

ROMA

Hoy el sitio recomendado es la bonita capital de Italia, Roma.

La visité hace 3 años como viaje de fin de curso con mis compañeros del clase y la verdad la experiencia fue increíble.

Roma es una ciudad con un montón de momentos históricos, muchos de ellos realmente preciosos como la Fontana di Trevi, en la que, como manda la tradición, hay q lanzar una moneda de espaldas a la fuente y pedir un deseo. Lo malo de la Fontana es que siempre esta llena de gente y es difícil hacerse un hueco para lanzar la moneda, por eso yo recomiendo ir de noche a eso de las 22:00h que ya hay menos gente y el alumbrado que tiene la hace, si cabe, aún más bonita.

Otro de los sitios de visita obligada es el Coliseo. Construido en los tiempos de los romanos, es uno de los mejores lugares de visita para los amantes de la historia. Personalmente me encantó, aunque he de decir que necesitaría una mejor conservación.

Para los más religiosos, o los que tengan simple curiosidad, recomiendo especialmente visitar El Vaticano y la Capilla Sixtina. Es algo, que deja sin aliento. Esa grandeza, con tantos lujos, es realmente impresionante.

Y por supuesto, no nos podemos ir de Roma sin haber probado una de sus magníficas pizzas o sus maravillosos espaguetis. 

Realmente merece la pena organizar un viaje y conocerla.