Hace dos semanas estuve en un pequeño pueblo en las montañas de Lérida llamado Tremp y la verdad es que me sorprendió bastante. Yo siempre he sido de aquellos que eligen "playa" sin dudar cuando se les da a elegir entre "playa o montaña" para unas vacaciones, pero desde que estuve en Tremp mi respuesta no es tan rápida.
Para llegar al pueblo, hay que ir por una carretera (llena de curvas por cierto) que atraviesa las montañas lo que te permite disfrutar de un paisaje espectacular. Lo que más me sorprendió de ese paisaje es una pequeña cascada que había justo antes de llegar al pueblo y un lago no muy grande en el que nos dijeron que la gente se suele bañar en verano.
Una vez que llegas al pueblo lo primero que ves son los restos de la muralla con sus torres y almenas que hace siglos atrás rodeaba el pueblo y que ahora ha sido convertido en una iglesia y un centro de interés turístico. Además, para reponer fuerzas hay un restaurante llamado "Dinapolis" en el que hacen unas pizzas riquísimas.
Recomiendo este lugar sobre todo a los amantes del senderismo y a los que disfruten con este tipo de paisajes.
Y para terminar, aquí os dejo unas fotos del pueblo y del paisaje.
